Vargas Llosa nos introduce a la vida de Ricardo, un peruano, quien a muy temprana edad parte de su natal Lima para instalarse en el París de la década de 1950. Con una incipiente carrera de traductor en la UNESCO empieza a abrirse paso a la vida, a los viajes y a los amores, sobretodo, aquel que profesaba a la «niña mala», una coterránea suya que le cautivó desde el primer momento y a partir del cual amaría sin tregua.
El autor nos transporta a una serie de destinos europeos, asiáticos y latinoamericanos en donde vivimos los placeres, alegrías, pesadumbres y enseñanzas que se van presentando conforme el andar de Ricardo; andares en los que conocemos sobre sus afectividades, su amor terco, desbocado, obstinado y eterno por la niña mala, y sus múltiples encuentros y desencuentros con ella.
«Travesuras de la niña mala» (2006) es un libro que se lee con mucha fluidez y que se disfruta ampliamente. Una novela nostálgica sobre un expatriado que está muy bien escrita y que una vez iniciada no se puede abandonar.
Esta es una historia que me llevó a preguntarme acerca del amor, y sobre aquello que en su nombre entregamos y lo que recibimos a cambio, sobre las justas medidas y las desinteresadas entregas.
Conforme la lectura, me pregunté varias veces porqué no leo a este autor más frecuentemente y veo que es una locura no hacerlo.
Gracias mi querida Pixs @meillin11 por este bello préstamo.
Calificación: 4,75/5