Vargas Llosa es un escritor impresionante. Sus obras nunca dejan de sorprenderme y, cada vez que culmino una de ellas, siempre encuentro más motivos para explorar su magia narrativa.
Amé este libro. Lo disfruté de principio a fin, reí un montón, reflexioné mucho más, y me involucré tanto que sentí que me encontraba en la selva amazónica peruana.
Pantaleón y las visitadoras (1973) nos presenta la historia de Pantaleón Pantoja, un capitán del Ejército peruano, a quien le ha sido encomendada la misión, en estricto secreto militar, de instituir y poner en marcha una red de prostitución organizada al servicio de los soldados de las Fuerzas Armadas a lo largo de la Amazonía peruana, con Iquitos como centro de operaciones.
Nunca había leído algo de este estilo narrativo. Al principio, me fue difícil entender uno de los estilos de escritura de la novela ya que el autor mezcla distintos diálogos que no tienen conexión entre sí. De ahí que mi imaginación en todo momento estuvo funcionando a mil. Tengo entendido que esta novela se concibió de forma muy cinematográfica.
Además, la historia también va siendo narrada a través de las comunicaciónes oficiales e informes, intercambiados entre miembros del Ejército; y, lo que precisamente me encantó de este libro fue el cúmulo de situaciones hilarantes que se detallan en estos documentos. Es imposible no reír con ellos, especialmente, porque el autor satiriza el lenguaje y la jerga militar de un modo sublime.
En esta obra se abordan temáticas complejas, como: la hipocresía del cuerpo militar, la doble moral de la sociedad, el fanatismo religioso y su fácil expansión en lugares recónditos del mundo, el papel vital que cumplía a nivel social la radio en antaño, la corrupción de los medios de comunicación, así como la problemática a la que se enfrentan las mujeres que se ven obligadas a entrar en redes de prostitución.
No voy a olvidar por mucho tiempo a Panta, Pochita, Sinchi, Brasileña, y a otros personajes de esta impresionante novela.
«Servicio de Visitadoras, conocido generalmente con el sencillo mote de Pantilandia».
Calificación: 5/5