En el prólogo de este libro, Juan Forn mencionaba que: «Las malas es esa clase de libro que, en cuanto terminamos de leer, queremos que lo lea el mundo entero». Concuerdo ampliamente con esta premisa. Este es un libro que debe leerse, mientras más pronto, mejor. Uno que debe circular de mano en mano a fin de que aprendamos, aunque sea por un momento, a ser el otro, a entenderlo mejor.
Camila Sosa Villada, por medio de este fantástico relato, nos otorga la posibilidad de conocer de primera mano su vida, la vida de una travesti, y la de la comunidad de mujeres que la acoge y con la que comparte sus penas, secretos, luchas y vivencias.
Duro, necesario, en ocasiones, enternecedor e hilarante y, sobretodo, muy descorazonador, este es un libro que me apasionó de principio a fin y que recomiendo ampliamente a quienes deseen permearse de realidad, a quienes requieran sensibilizarse y a quienes busquen comprender el mundo un poco más.
Las malas (2019) es un relato que conmociona y nos recuerda la mezquindad, la ignorancia, los prejuicios y los malévolos actos de los que son capaces ciertos, desafortunadamente, muchos seres humanos, cuando se topan con una realidad que no comprenden.
Gracias a quienes recomendaron y escribieron reseñas sobre esta novela. Sin ustedes, es muy que probable que, no hubiera llegado hasta ella.
«El miedo lo teñía todo en mi casa. No dependía del clima o de una circunstancia en particular: el miedo era el padre».
«Todo es espejo: busco la violencia, la provoco, estoy sumergida en ella como un baño bautismal».
«El dolor de una era el dolor de todas».
«Somos como un atardecer sin lentes de sol», decía la tía Encarna. «Nuestro fulgor enceguece, ofusca a los que nos miran y los asusta».
«Irse de todos los lugares. Eso es ser travesti».