Esta fantástica novela corta, nos introduce a la historia de Antoinette, una joven de catorce años que habita en París. Su padre, Alfred Kampf, ha amasado una fortuna en la bolsa y su madre, Rosine, persigue el sueño de adentrarse en la alta sociedad francesa por lo que prepara un baile por todo lo alto.
Esta historia nos transporta a esas complejas relaciones madre-hija, a la invisibilización de los menores de edad, a la desaprensión de sus necesidades afectivas y emocionales, en caso de que se encuentren cubiertas las materiales. Todo esto en detrimento del propio yo, de las aspiraciones personales, en este caso, de los sueños de ascenso social por parte del padre y de la madre.
Me gusta mucho la forma en la que la autora desnuda la vida de los niños, de los adolescentes y como nos enfrenta al mito de la infancia feliz. Me gusta como humaniza a la protagonista y hace relucir los sentimientos que su familia va despertando en ella.
Este libro también me hizo pensar en la obra de Bourdieu, en el capital cultural, en esa serie de mecanismos que se reproducen dentro de una clase social y que la distinguen.
Es la primera vez que leo a esta fantástica autora, y me he enterado de su trágico final. Entiendo que tuvo una niñez solitaria y triste, en medio de la buena situación económica en la que vivía, de ahí que este relato podría tener muchos tintes autobiográficos.
Les recomiendo leer esta obra cortita y muy bien escrita, misma que anima a continuar explorando la obra de Irène Némirovsky (1903-1942).
– «¡Ah!, sí, la infancia feliz, ¡menuda mentira, eh, menuda mentira!».
Calificación: 5/5