Esta magistral novela corta tenía que haber nacido de una mente como la de Steinbeck, un autor que siempre me cautiva por su narrativa, su proximidad al Otro y su absoluta sensibilidad social. Un genio que siempre logra conmoverme y al que siempre querré volver.
Este es un libro que nos recuerda el dolor de los seres humanos que nunca han tenido acceso a la tierra, de los empobrecidos que deben trabajar en situaciones de esclavitud moderna, y de los inmersos en escenarios laborales propicios para el desarrollo de la violencia, el consumo de alcohol y la prostitución.
De ratones y hombres (1937) es la historia de Lennie y George, unos marginados, hombres sin tierra, posesiones ni futuro. Unos de los tantos hombres que peregrinaban en búsqueda de trabajo, en la continua necesidad de ganar unos dólares para subsistir en una época marcada por la pobreza y la necesidad, la Gran Depresión que vivió Estados Unidos en la década de 1930.
En esta novela corta, encontrarán muchísimos elementos de análisis y uno de los más interesantes y completamente descorazonador es el modo en que George construye una ensoñación de vida para Lennie y para él, una narrativa a la que ambos se sujetan de forma férrea para hacer posible su existencia.
Una lectura ampliamente recomendada por su sencillez y profundidad, de aquellas que se puede sugerir a un alumno de bachillerato así como a un experimentado lector. Este es el tipo de literatura que considero como absolutamente imprescindible, una obra de arte a todas luces.
«Casi nunca un tipo muy listo es un hombre bueno».
«Háblame como antes».
«Me gustaría tener pronto esos conejos, George».